¿Porque hay lo que hay?

Los artículos que se publican en las distintas categorías fueron elegidos simplemente porque en algún momento presente o pasado sorprendieron o emocionaron al autor del blogg.
Entonces pasaron a formar parte de las huellas del pasado y seguramente de ingredientes del futuro.

"LA VIDA SIEMPRE SERÁ LO BASTANTE MALA PARA QUE NUNCA DESAPAREZCA EN EL HOMBRE EL DESEO DE ALGO MEJOR·" Máximo Gorki

lunes, 7 de marzo de 2011

No al olvido II -por Hans Schulz


La segunda parte del informe de Hans Schulz sobre la Jornada contra la Violencia Institucional llevada a cabo días pasados en La Llave, con la presencia de familiares de Cromagnon y también de Atahualpa Martínez, asesinado en Viedma en 2008. En la foto, junto a Osvaldo Bayer.

"A los que fuimos dejando solos"
Por Hans Schulz
Parte II- sala de pensa
Mientras que en la Escuela de Arte “La Llave”, el protagonista fue el público que participó, aquí, además de Osvaldo Bayer, Nilda Eloy y otros referentes de la lucha por los Derechos Humanos (Multisectorial de Bariloche/ Pañuelos en Rebeldía/Multisectorial de DDHH de Neuquén), los protagonistas de la tarde fueron los familiares de las víctimas. Con la sala colmada de público y luego de la lectura de las conclusiones sobre las actividades de la mañana, los familiares expusieron sus testimonios sobre los asesinatos del 17 y 18 de junio. Fueron testimonios desgarradores y altamente emocionales y lamenté que no estuvieran algunos de mis amigos que siempre opinan con información de segunda, tercera o cuarta mano. Aquí hablaron los que fueron tocados por la tragedia, los que vieron morir a sus chicos, y los que mientras un sector de la ciudadanía marchaba en apoyo de la policía, enterraban a sus muertos. Desde julio he marchado con ellos cuatro veces por las calles de Bariloche y soy testigo de cómo el tiempo los fue cambiando. En un principio fueron presa del fenómeno de la violencia. Esa violencia de la que una gran parte de mis conciudadanos sólo ve la última foto, la del chico con la pistola en la mano.  Y yo me pregunto, al igual que lo hizo el Juez Martín Lozada en una conferencia reciente, esa foto, ¿no es acaso solo el último eslabón visible de una larga cadena de violencia?  Los testimonios de Florencia, Cármen, Karina, Mariela, Juan Carlos y Fabio, fueron seguramente para muchos de los presentes, y me incluyo, un necesario cable a tierra para comprender la violencia contra los jóvenes, que en última instancia, es sólo una parte más del escenario más amplio de las desigualdades de nuestra sociedad.
Podría describir en detalle los gestos, las entonaciones y la cuidadosa elección de las palabras de las madres  presentes y de la mujer de Sergio Cárdenas. El preciso relato no tenía nada en común con las liviandades que escucho en la calle de mi pueblo cuando opinan sobre los muertos de junio. Porque pocos son los que tienen el valor de acercarse a los que fueron tocados por las balas, es más fácil mirar de lejos y esperar que llegue el olvido, para que los que viven allá arriba, detrás de Bariloche, dejen de ser tema. Es imposible reproducir en palabras, el clima y las emociones de esa tarde, pero para aquellos que no estuvieron y quieren saber un poco más, van aquí las transcripciones en papel de sus relatos.
Testimonios
Julieta Vinaya
Yo me llamo Julieta Vinaya, soy de Viedma y soy de un pueblo Aymara. Hace más de 40 años que estoy en la Argentina y soy la mama de Atahualpa. Atahualpa es un joven de 19 años que fue asesinado el 15 de junio del año 2008. (Ver Link B2000) Atahualpa a fin de año se tenía que ir a Cuba a estudiar medicina. Su sueño era ser médico de los pueblos originarios y estar en los lugares donde era difícil que pudiera acceder un médico ya que según él, llevaba ventaja porque sabía andar a caballo, sabía carnear y lo más importante, sabía comunicarse con la gente. Unos años antes de su asesinato, estuvo en Bolivia y allí vio lo que era la pobreza en extremo. Antes de ese viaje tenía planeado terminar el bachillerato y venirse a la línea sur, pero cuando conoce la realidad de Bolivia y habla con otros jóvenes, decide estudiar medicina, porque médicos eran los que más faltaban allí y en otros lugares. Su proyecto, su ilusión eran ser médico, pero no pudo llegar a Cuba. Él decía, que si uno podía ser solidario con un vecino, el mundo cambiaría. Pero no le dieron la posibilidad, porque el 15 de junio lo asesinaron. El estaba con un amigo, y cuando el amigo fue al baño y vuelve, Atahualpa ya no estaba más. Nadie lo vio salir. Su cuerpo aparece a 5 kilómetros con un disparo en la espalda. Entonces todos comenzamos a ver que es lo que había pasado con Atahualpa. Yo estaba en Rosario en un aniversario del nacimiento del Che. Volví a Viedma y me encontré con mi hijo en un cajón. Hace 28 meses que estamos tratando de pedir justicia. Me entrevisté con la presidenta, vino la gente de gendarmería y cuando se hizo la reunión de la UNASUR, acá en Bariloche, quise entrevistarme con el presidente Evo Morales y era muy difícil. Sin embargo lo paramos en la ruta y le pude entregar personalmente un expediente de todo lo que se había investigado sobre Atahualpa, fotos, todo lo que tenía, ya que en la nueva constitución plurinacional de Bolivia dice que toda gente boliviana, por más que tenga hijos y hayan nacido en otro territorio, sigue perteneciendo al pueblo boliviano. Y como yo nací allá, también de alguna manera quería que el pueblo de Bolivia nos ayude en este pedido de justicia, ya que estamos golpeando puertas, vamos a marchas, estamos haciendo pegatinas, graffitis y movidas.
He viajado muchísimas veces a Buenos Aires y acceder a los medios nacionales es imposible. Lo que me dicen es que hay muchos asesinatos, que eso pasó hace mucho tiempo,  y que por eso no vende. Me manejo sí con radios comunitarias, con la de las madres y otras organizaciones que se van sumando y que se van haciendo eco porque la idea es poder acompañarnos. Porque en un primer momento, todo el mundo está, pero cuando van pasando los días, las semanas y los meses, una se va quedando más sola y pasa a ser “la loca”, y la gente te dice: “si ya pasó tanto tiempo ¿para que pedir justicia?” Pero yo creo que Atahualpa era un joven como otros tantos de la Patagonia y nadie pensaba que se iba a morir de la manera en que lo asesinaron. Estuvo una hora y media agonizando en ese lugar en que lo depositaron y por eso yo no voy a descansar hasta no poder saber que es lo que pasó con mi hijo, quién lo asesinó, quienes son las personas que encubrieron el hecho porque creo que el asesinato de Atahualpa tiene que ver con la policía, porque sino no se entiende que nada se sepa si hay una recompensa de 100.000 pesos. Y tiene que ver también con que es lo que pasa en la noche, porque si bien sabemos que pasa durante el día, no sabemos que ocurre en la noche, y en la noche hay desde droga hasta prostitución y trata. Los responsables tienen que estar en la cárcel, porque no puede ser que una le dedique la vida a un hijo que estaba lleno de proyectos y lo asesinen de la forma en que lo hicieron y todo quede sin ninguna respuesta, no, yo voy a seguir peleando aunque le tenga que dedicar la vida entera, porque si las madres y las abuelas de plaza de mayo están hace más de 30 años y siguen recuperando nietos y siguen estando en la plaza y pidiendo justicia, yo también lo voy a hacer, porque el ejemplo lo tengo de ellas y de otros familiares, porque en la provincia de Río Negro hay más de 100 asesinatos impunes, entre ellos el triple crimen, él de otoño Uriarte, él de Río Colorado y el de Silvia Manzanares en San Antonio Oeste. Si uno quiere cambiar la sociedad es desde este lugar comprometido. Si nosotros nos quedamos en esto, ellos van a seguir avanzando y van a seguir asesinando a nuestros jóvenes y lo único que nos queda es seguir luchando y pidiendo justicia.”

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